miércoles, 30 de marzo de 2011

Es una abuela....

Ayer estaba hablando con mi abuela, cuando ella me pregunto que por que no le leía una de esas redacciones que escribo para el colegio. Me quede tremendamente sorprendida cuando me lo dijo, como sabia ella aquello, esa fue mi pregunta, sin decir nada mas, ella dijo que me escuchaba cuando escribía algo, pues cuando yo escribo algo siempre lo leo en alto, dijo que estaba atenta todos los días para ver que escribía, con que la sorprendía, y que mas de un día lloro con lo que yo decía. Mi cara no tenia expresión, no se bien que sentir si satisfacción o vergüenza, entonces me volvió a decir que le contara algo, que me escucharía hasta el final, que deseaba escucharme, que deseaba saber un poco mas de mi. Entonces comencé a contarle un cuento, ese que tu y yo vivimos día a día. Así comienza:
Acababa de tocar el fin del recreo, de la libertad, del descanso, y cada grupo se divide por los pasillos del instituto, cada uno va para su clase, aunque siempre hay varios despistados que se pierden, que no quieren acabar ese ratito de paz que tienen. Pero no se, me llamo la atención, este jueves, una clase determinada, si 4ºB creo recordar, y si mi memoria no me falla aun tenían una asignatura similar a filosofía, ética creo que era llamada, todos entraban con alegría, con energías renovadas, pero no se, hubo varias personas en las que la expresión de su cara no tenia significado. Unos de ellos supongo que iban pensando en el rollo de que aun quedaban 3 horas, otros que tenían que hacer los deberes de otras asignaturas. Pero otras, era raro, era diferente, era desgana, era aburrimiento. Entonces entre, ningunos se inmuto de mi presencia, suelo pasar desapercibid@ me gusta observar y ver que es lo que realmente ocurría. La clase para mi fue una sorpresa, fue genial, fue estupendo, fue increíble, necesitaba pasar con esas personas toda mi vida, todas las horas posibles, pero, por desgracia, hasta la semana siguiente no los podría volver a ver. Y sí, volví, pero me fui sorprendiendo semana por semana, la cosa se iba haciendo repetitiva y aburrida. Cada día se hacia mas previsible lo que iba a ocurrir. Apenas iba con ganas, las ultimas veces que fui. Pero lo dejé, me canse, y lo olvidé. Un día haciendo memoria en mi casa, me acorde de todo aquello, y de lo ultimo que escuche, algo de un blog, y conseguí recordar el nombre. Y me adentre en él, pero cual fue mi sorpresa, de que todo seguía igual. Muchas entradas, muchas vidas de filósofos, y pocos escritos de los que yo había escuchado allí aquel día. 
Hoy, me gustaría volver a verlos, a sentirlos, a escucharlos como aquel primer día. Aunque prefiero no ir, quedarme con los buenos recuerdos de los primeros textos, de lo primero que escuche. Y es que me he dado cuenta de que lo bueno se acaba pronto y que todo tiene su final.
Mi abuela me miro perpleja, me abrazo y mirandome a los ojos me dijo que no me cansara que siguiera adelante, que luche por lo que me gusta, que yo puedo conseguirlo, que no me sienta indefensa, que ella va a estar siempre para darme su apoyo. No pude evitar una lagrima, y ambas llorando, nos abrazamos, le dije que jamas la olvidaria, que pasara lo que pasase la iba a tener junto ami. Y que ahora mas que nunca iba a seguir por mi camino sin pensar en lo que me puedan decir. Que voy a luchar por mis sueños, y solo por ella, los voy a cumplir. Te quiero abuela, tus palabras nunca se olvidan. (8)

2 comentarios:

  1. Querido personaje (8), así creo que te voy a llamar. Quizás no quiera saber quién eres, porque me gusta tu forma de expresar tus sentimientos en un estado pasado y a lo mejor si rebelas tu identidad pues se fastidia todo. Me voy a proponer a comentarte tanto como pueda para ver si así consigo que tú empieces a ilusionarte de nuevo. Me da mucha pena ver que te aburres o aburrías, pero a lo mejor es que te distraes demasiado y tu interés se ha dispersado, tanto que piensas que ya no te interesa lo que se habla en el habitáculo del fondo del pasillo. TE ESPERO

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  2. Creo que te equivocas de persona, no se de que distraccion hablas, creo que en ningun momento te diste cuenta de que yo era l@ que se encontraba allí. Y lo de la clase es solo un cuento, hay parte de verdad y parte de mentira, como en todos. Quizas toda la verdad es demasiado para una abuela. ¿No cres? Por cierto olvidate, porque no te puedes ni imaginar quien soy.

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